domingo, 31 de agosto de 2014

¿De qué independencia estamos hablando?

¿De qué independencia estamos hablando?[1]
Horacio Cabezas Carcache: historiador.
Horacio Cabezas es considerado uno de los  estudiosos más serios de la Historia Centroamericana, ha sido docente en la Escuela de Ciencias de la Comunicación, en la Escuela de Historia y en la Maestría en Docencia de la Universidad de San Carlos de Guatemala.  Así como catedrático de Historia y Ciencias Sociales en las universidades Rafael Landívar y Del Valle. Participó en la redacción y edición de los seis tomos de la Historia General de Guate-mala y en la Historia Popular de Guatemala.
En esta entrevista, el historiador habla en torno a la interpretación tergiversada que se ha dado a la Independencia y a lo que no aparece al respecto en los libros de texto.

¿Cuáles son los aspectos que no se dicen en los libros de texto sobre la historia acerca de la Independencia nacional?
Hay mucho, pero, independientemente de datos que puedan faltar, el problema radica sobre todo en la interpretación que se le da a lo acontecido. En un análisis serio, que responda a lo que sucedió, tendríamos que calificar esta interpretación como una tergiversación. Se dice que la sociedad, en sugran mayoría, estaba interesada de liberarse del yugo colonial español, que crearon una región independiente y que todos iban a luchar por una vida mejor y eso no es así. Lo que realmente sucedió fue que los que controlaban el poder económico y político, al ver que había las posibilidades de que sectores de la provincia centroamericana-la Alkaldía Mayor de San Salvador, Nicaragua, Honduras, Alcaldía Mayor de Totonicapán— pudieran generar un tipo de separación del Reino de Guatemala y con ello perder el control económico de la región, buscaron una salida porque España ya no podía dar apoyo militar. En ese momento en España había una invasión y los españoles estaban preocupados por resolver sus problemas ante la penetración armada de Napoleón ¿Qué se iba a interesar por las colonias? Al ver que no había posibilidades de que España los siguiera sosteniendo, pensaron en una salida y la que encontraron fue separarse de España y de inmediato –algo que ya venían trabajando– unirse a México. No estamos hablando del México independiente de Morelos o de Hidalgo, sino del de Agustín Iturbide que acababa de restaurar el poder conservador.
¿Cuál fue el germen del movimiento independentista?
En México, las fuerzas conservadoras habían recuperado el poder y creado el imperio Mexicano presidido por Iturbide. Entonces, en Guatemala, la dirigencia estaba pensando que los ayudaran los mexicanos para seguir controlando la región. A cambio de ayuda militar, Guatemala sería una provincia más de México.
Los dirigentes que habían controlado las últimas décadas coloniales, seguirían con el poder económico y político, solo que en lugar de depender de España dependerían de México. Ese es realmente el inicio del proceso independentista. No tiene nada que ver lo que se da en septiembre de 1821 con lo acontecido de 1811.
¿Cuál es la diferencia?
Lo que se dio el 15 de septiembre de 1821 es un proyecto entre bambalinas, en “conciliábulos”dice un documento de la época. En donde actualmente queda el Pasaje Aycinena se reúnen los interesados y empiezan a maquinar cómo declarar una Independencia pero sin que cambie nada, es decir, donde los grandes comerciantes sigan manteniendo el poder.
Mientras que lo acontecido en 1811, en San Salvador y León y Granada en Nicaragua, es un movimiento en contra de los que mandaban en Guatemala y sobre todo, contra los que tenían el monopolio económico, que eran las grandes casas de comerciantes presididas por los Aycinena.
En 1813 se dio un movimiento en Guatemala que no tiene que ver nada con el proyecto de 1821: gente de las provincias quieren liberar a los presos de Granada –que habían sido traídos por cordilleras, arrastrados por mulas y que estaban en la cárcel de Guatemala-.
Algunos de los dirigentes eran personas que ya habían participado en el movimiento de León.
Esos movimientos fueron presididos por gente de Nicaragua, como el cura Tomás Ruiz con ayuda de otros frailes.
¿Estos movimientos tenían una intención independentista?
Claro, lo que estaban pensando era que las provincias tenían derecho a poder comerciar por su cuenta hacia Europa, eso no lo permitían el monopolio comercial. El Salvador producía añil, pero ellos no podían directamente venderlo a Europa, sino que tenían que vendérselo a los Aycinena y éstos lo vendían a Europa. A su vez, los Aycinena traían vino, aceite, telas y lo negociaban en los otros países…
¿Qué sucedió exactamente en 1821?
Hay cantidad de documentos que aclaran eso y en los libros de texto no aparece esa información. En la casa de los Aycinena, se reúnen Mariano y Juan José Aycinena y les echan el hombro personajes que posteriormente son conocidos como próceres, pero lo que buscan es cómo favorecer los intereses de los Aycinena: Pedro Molina, Francisco Barrundia…preparan y redactan un plan. Sise contrasta ese documento que se llama Plan Pacífico de Independencia con el Acta de Independencia se ve que hay muchas semejanzas.
¿Qué contemplaba ese plan?
Que el que iba a seguir gobernando era el mismo, Gabino Gaínza, quien fungía como Presidente de la Audiencia de Guatemala, ya lo habían negociado ¿Cómo es posible que un personaje que un mes antes había hablado pestes contra Iturbide, en este momento esté de acuerdo en buscar la anexión a México?
¿Todo esto deja en entredicho a los próceres?
Claro, si estaban buscando sus propios intereses. Ciertamente Molina, después Barrundia y Beltranena, se van a separar porque no consiguieron todo lo que buscaban, pero que ellos iniciaron el proceso para ayudar a los grandes comerciantes es una realidad.
¿Qué papel jugó José Cecilio del Valle?
Simple y llanamente, Valle logra ganarles temporalmente el juego a los Aycinena y consigue que se acuerde la conformación de un congreso. Pero, los Aycinena de inmediato empiezan a negociar bajo de agua la anexión a México aunque el Acta de Independencia diga que un congreso era el que debía decidir. A principios del siguiente año fue la anexión a México. Lo que no se dice es lo que se estaba jugando en el fondo. Quienes estuvieron detrás de eso eran Los Aycinena, el Ayuntamiento de Guatemala y Gaínza y a eso le sumamos que en el conteo de los votos hubo manipulación dirigida por Mariano Gálvez a favor de la anexión. Los textos de historia reflejan grandiosidad, heroísmo, un grupo de gente libre de pasiones y de intereses económicos…
¿Con qué objetivo se transmite la idea de grandeza?
Los mismos que han mantenido el poder desde entonces, lo han ido reproduciendo. Saltemos alrededor de unos 50 años, Revolución Liberal de 1871. Al leer se puede dar cuenta lo que fue: arrebato de tierras a los indígenas y obligarlos a trabajar en las fincas de café; entrega de gran parte del territorio a México; militarismo creciente; paralelamente se estaba vendiendo la idea de que se estaba promoviendo la libertad y que en años anteriores había sido así. Sin embargo, estaban oprimiendo a la mayoría de la población y extrayendo los bienes comunales a los indígenas. Se empiezan a crear bancos para beneficio de los nuevos ricos, aquellos que se han hecho de las tierras comunales indígenas. Se fomenta así un concepto y se crea entonces la bandera nacional, el escudo nacional… eso tergiversa nuevamente la historia, haciendo creer que la Independencia es marchar—esos desfiles donde iban los niños descalzos pero vestidos a la francesa—. Esos, desde la época de Barrios hasta ahora, son los que crearon ese tipo de relato histórico de heroísmo, donde todos son grandes libertarios. Quienes se oponían a los proyectos los mataban.
¿A qué figuras se debe rescatar de esa tergiversación?
No es tanto rescatar figuras, sino rescatar la verdadera y correcta interpretación. Fuera de que el 15 de septiembre se declarara la Independencia, lo que sucedió en el Real Palacio (donde actualmente está la empresa eléctrica) es que se reúnen alrededor de unas 58 personas. De ellos una buena parte que no está de acuerdo con que se declare la independencia.
Pero los Aycinena habían conseguido llevar gente de los barrios y empiezan a gritar, a protestar y a incriminar a los que no están de acuerdo. Como la situación se pone muy tensa, muchos deciden salirse. En el Real Palacio se quedaron las autoridades del ayuntamiento —que eran manipulados y controlados por los Aycinena— y los representantes de la diputación provincial y deciden cómo va a ser el contenido del Acta de Independencia. Lo que se dio en ese momento no fue una decisión de la mayoría, los que se quedaron redactaron el Acta de Independencia y es allí donde Valle consigue que sea un congreso quien lo ratifique.
Todo eso que se dice que hubo música de marimba y estallido de cohetes es cierto, pero fue a raíz de que los Aycinena vieron que no les estaba yendo bien, entonces deciden atraer la atención y mandan a traer marimba y cohetes. Miguel García Granados dice en sus memorias que cuando escuchó los cohetes fue a la plaza, pero nada era de lo que habían dicho. Hay otro documento que dice que al terminar la reunión hubo un aguacero  que inundó las calles de la ciudad, así que cada quien estuvo en su casa y no hubo gran festejo.
Si realmente el pueblo hubiera estado de acuerdo con lo sucedido ¿por qué al día siguiente Gabino Gaínza saca un bando de buen gobierno diciendo que habrá pena de muerte para todo aquel que no esté de acuerdo con la Independencia?
Con la desorganización política posterior ¿podemos decir que no estábamos preparados para la Independencia?
Lo que había era lucha por el poder y por imponer cada quien su criterio. Los que reprimen Totonicapán son los mismos que al año siguiente declaran la Independencia. En todos estos movimientos de León, Granada y Totonicapán no aparece el pueblo, los indígenas no participaron, sino que fueron las élites del poder económico e intelectual quienes estaban tomando decisiones y después se van recomponiendo, pero después entre ellos mismos se malmatan. A Gálvez quienes le hacen la oposición fueron Pedro Molina y Antonio Rivera Cabezas hasta que Gálvez cae.
Los que iniciaron el movimiento guerrillero de Carrera no fueron los conservadores sino los liberales quienes ayudaron económicamente para derrocar a Gálvez.
¿Entonces la independencia empeoró la situación política?
No solo eso, para hacerse la guerra, las autoridades federales hicieron préstamos de varios millones de libras esterlinas para poder financiarla y esa deuda federal llegó hasta tiempos de Ubico. Dejemos a un lado eso, el primer gobierno liberal de Mariano Gálvez, él junto con Morazán, casi regaló el territorio a compañías extranjeras, a los belgas, a los ingleses… Guatemala se hubiera quedado sin un territorio que va desde Totonicapán hasta el mar. Esos son los liberales, los que hablaban de que la mejor forma de resolver el problema del indígena era mezclarlos con europeos. Pedro Molina lo dice muy claro en El Loco. Es decir, no era la mejora de las condiciones.
¿La interpretación errónea de la independencia trajo consecuencias sociales nefastas?
Eso no lo podemos negar, de que lo que sucedió ha venido repercutiendo, va multiplicándose y creciendo la pobreza. En 1824 se da la constitución federal y comienzan las guerras federales y Morazán invade Guatemala, se roba hasta el reloj del Ayuntamiento, saqueó las iglesias, regaló propiedades a quien se le antojó. Mientras el cólera morbus diezmó a la población centroamericana a raíz de las guerras. Al final se desmembró todo lo que fue Guatemala.
Y si tuviéramos que celebrar la independencia ¿en qué fecha la situaríamos?
Estamos esperándola todavía, es decir, cuando las grandes mayorías tengan a sus verdaderos representantes va a ser otro cantar. Cuando el pueblo sea el que haga sus propias leyes, cuando esas grandes mayorías controlen todos los tributos para su propio beneficio… Justo Rufino Barrios tuvo viviendo a su mujer en Europa como una marquesa con todo lo que saquearon acá. Estas ideas pueden estar en un libro, pero no le importa a nadie.
¿Qué es lo que hay que decir entonces acerca del significado de la Independencia?
Hay que explicar que lo que hubo realmente no fue un juego limpio. Se ha hecho creer en una ilusión, en la cual han caído hasta grandes intelectuales como Rubén Darío: uno de sus mejores poemas La marcha triunfal refleja esos desfiles con gente uniformada, saludos napoleónicos, bandas con redobles…vea lo que hay ahora ¿cuáles son los uniformes que utilizan las bandas escolares? hasta el mismo Darío paga tributo a su época.
Es dentro de lo que se llama la creación del Estado nación, cuando los liberales se consolidan en la región, que se empieza a crear la identidad nacional. Así van buscando indígenas que hayan tenido que ver algo con la independencia y la sociedad los crea como héroes. Se ha caído en un culto al héroe. Se ha caído en la fanfarria, en los redobles y en el culto a la bandera pero lo que realmente significa una independencia es que el pueblo tenga las posibilidades de un verdadero desarrollo económico, social, cultural. No se toma en cuenta que antes de la independencia las comunidades indígenas tenían aún tierras comunales y podían resolver sus necesidades vitales. Lo que nos queda es que digamos la verdad y que las nuevas generaciones juzguen ¿fue correcto lo que hicieron Pedro de Molina, Barundia, Beltranena, la familia Aycinena, Gabino Gaínza? ¿De qué independencia hablamos?



[1] Tomado de La Revista, Diario de Centro América, Guatemala, septiembre 11, 2009. No 59. Año II, págs. 4 y 5. Y anexado en el libro de  Alberto Pereira-Orozco/Marcelo Pablo E. Richter de Derecho Constitucional. Págs.. 325-329.

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